La frutilla, una de las frutas blandas más importantes a nivel global, también se ha visto golpeada por la sequía. La delicada fruta representa ingresos importantes especialmente para pequeños y medianos productores de la zona central, quienes han ido mejorando sus condiciones productivas, incorporando tecnologías, como el uso de mulchs -especialmente plásticos- y mejoras en el riego.
Si bien en general la frutilla chilena se destina para el consumo en fresco, no hay que dejar de prestar atención a la producción para congelado que puede significar una fuente interesante de ingresos, pero lo que significa trabajar con las variedades obtenidas de viveros registrados, y las condiciones adecuadas para que tenga la calidad óptima.
Y la sequía puso también en riesgo este cultivo. De hecho, algunas áreas productivas de la zona central han disminuido sus plantaciones porque el agua no les alcanzaba.
Este berry tiene una alta exigencia hídrica, ya que necesita riego constante, especialmente en la primavera y el verano cuando están en pleno crecimiento (dependiendo de la variedad), y con un agua de calidad para que las plantas expresen todo su potencial y entreguen fruta en volumen y calidad adecuada para conseguir precios que compensen la inversión.
Eso significa que es clave contar con un sistema de riego eficiente -que provea el agua en la cantidad y de la forma que la planta necesite- y que ojalá incorpore las tecnologías que, con precios asequibles, existen en el mercado, para medir aspectos tan importantes como la conductividad del agua, la humedad del suelo y otros factores que pueden determinar que un cultivo alcance todo su potencial. Esto adquiere aún más importancia cuando el agua escasea, porque un sistema de riego bien planificado y estructurado permitirá que se pueda seguir obteniendo buenas cosechas, aun cuando el agua sea menos.
Como bien saben los productores, el agua es solo uno de los factores a considerar. Algunos otros son el tipo de mulch que se usará, tanto por costos, como por el impacto ambiental; o las características del suelo y cómo se establezca el cultivo es igual de importante. En este aspecto, es importante también evaluar qué tan bueno es el drenaje del suelo donde está el cultivo. Si es bajo, entonces el agua podría apozarse o no infiltrar lo suficiente en las raíces, y el impacto será pérdida productiva y de inversión.
Por lo mismo, siempre que el objetivo sea comercial, es clave que los productores busquen y se apoyen con las herramientas adecuadas. Un análisis de suelo, permitirá utilizar la cantidad adecuada de fertilizantes, generando ahorros económicos y obteniendo mejor fruta. Un sistema de riego adecuado, con una planificación que siga la necesidad real y diaria del cultivo, permitirá cultivar más y obtener la cantidad de fruta que se espera.
